jueves, 16 de febrero de 2012

¿TRADICIÓN UNIVERSITARIA? O ejemplo de cómo los trogloditas habitan los espacios, aún los educativos.

Texto que aparecerá publicado
el próximo Domingo 19 de febrero
en el suplemento cultural
"LETRAS DE CAMBIO"
Periódico Cambio de Michoacán. 



Esperanza Román Valadez


                ¿TRADICIÓN UNIVERSITARIA? O ejemplo de cómo los trogloditas habitan los espacios, aún los educativos.








Estoy sorprendida respecto al cómo ciertos acontecimientos alrededor, al hacerse una costumbre, terminan siendo normales y aceptados incluso como tradiciones a rescatar, acontecimientos que incluso llegan a ser degradantes, está por ejemplo el caso de las mujeres a quienes se les corta el clítoris, ningún argumento  es válido para justificar la violación a los derechos humanos de las mujeres que pasan por ello.
Sucede además que en sociedades como la nuestra, con la educación que tenemos, las tradiciones- de todo tipo: las religiosas, las institucionales, las familiares, etc. – se ven rodeadas de prejuicios que muchas veces resulta que perjudican a alguien; abordamos esto de “las tradiciones” por un acontecimiento en específico: el festejo de la facultad de Ingeniería Civil, en la UMSNH, no tendría nada de sorprendente y criticable, al menos no desde una mirada ya no digamos feminista, sino desde quien sabe que la violencia tiene varias manifestaciones y que gritarle a las mujeres lo que ellos llaman “piropos” es una forma. Contextualizo para quienes no sepan de que hablamos, el próximo 24 de Febrero se celebrara el aniversario de la facultad antes mencionada, y en específico hay una tradición que denominan “pasarela”, consiste en lo siguiente: los estudiantes de Ingeniería se colocan a  los lados de los pasillos de Ciudad Universitaria ( en  el de la entrada, que colinda con su edificio), algunos llevan carteles con números, mismos que levantan cuando las mujeres pasan frente a ellos a modo de “Calificación”, otros no llevan  papelitos pero llevan sus gargantas y sus muy inventivos “piropos”, guarradas diríamos algunas.
 En el anuncio del evento se lee textual: “Como ya es costumbre se celebra en febrero el día de ingeniería civil, así que vayan preparando su coperacha…en el caso de las mujeres preparándose psicológicamente para ser alagadas y piropeadas por un sinfín de estudiantes cultos y respetosos (así dice: respetosos)…”; pregunto, ¿porqué las mujeres debemos prepararnos psicológicamente para recibir “piropos”?, ¿cómo les explicas que es un tabú la creencia de que a las mujeres “nos gusta” escuchar palabrotas con respecto a nuestros traseros o pechos?, como dicen por ahí, que alguien les explique que la universidad tiene entre sus objetivos el humanizar a las personas, hacerlos pensar distinto para transformar la sociedad, independientemente de si estudian o no una carrera de las llamadas “Humanidades”.
Diversas mujeres, hemos decidido no quedarnos calladas entorno a esto, y hemos organizado   lo que denominamos: 1er. Festival Re- Acciona Universitario: El Acoso es Violencia. La convocatoria al evento fue echa a través de la red, y ello ha bastado para que recibamos, por parte de algunos Ingenieros, correos insultantes entorno al evento, pero también correos intimidantes, como algunos que nos advierten que no nos interpongamos, que es su rollo. Se nos ha dicho  casi de todo, y aquí cito textual algunas de las cosas: pinches manfloras, lo que pasa es que  a ustedes no se las cogen;  están tan feas, tan feas que cuando pasan por una obra, los albañiles se ponen a trabajar...no mencionamos más, de hecho nos abstenemos de los nombres de los estudiantes, que seguro por ignorancia siguen defendiendo públicamente y de la manera antes mencionada, su festejo. Respetar a otr@s es algo fundamental para la convivencia en paz, festejen, pero sin molestar a las mujeres que transitan por los pasillos de la universidad, tenemos derecho a caminar sin ser molestadas o insultadas, y aquí voy a hablar por muchas: NO NOS GUSTAN SUS PIROPOS, y el hecho de sentirnos insultadas basta para que quienes deban y puedan tomen cartas en el asunto.
El año pasado  dentro de la UMSNH  se inicio con una campaña en contra del acoso sexual, por ello es  incongruente que pase esto,  en fin, lo increíble es que suceda, pero más dentro de la universidad y además que los argumentos a favor sean: que es una tradición y que por ello debe respetarse, quisiera dejar en palabras de los mismos organizadores del evento su presentación, buscando que sean espejos, y ojalá que existan ojos que vean e inteligencias que al igual que algunas queremos decir que cosas como esta no deben suceder.


viernes, 10 de febrero de 2012

LANZARSE AL VACÍO, ACERCA DE CÓMO LLEGAR A DÓNDE SE DEBE

Texto que será publicado el próximo domingo
en el suplemento "LETRAS DE CAMBIO"
Periódico Cambio de Michoacán


Esperanza Román Valadez

             LANZARSE AL VACÍO, ACERCA DE CÓMO LLEGAR A DÓNDE SE DEBE                                                      

No hay que tener miedo
¡Cómodo pasado! Pasado de Bolsillo, librito dorado lleno de bellas máximas, créame, le hablo por experiencia; todo lo que sé me lo ha enseñado la vida.
Es preciso decir cómo veo…ya que esto lo ha cambiado. Es preciso determinar exactamente el alcance y la naturaleza de este cambio. No forzar nada, sino anotar con cuidado y prolijo detalle todo lo que se produce.
 J.P Sartre
La Nausea




Hace unos meses escribía: “lo único constante es el cambio”, reflexionaba en ello a partir de acontecimientos que me llevaron a poner en duda y en juego, literalmente la vida; y es que  la existencia de los seres humanos ( no sólo la propia) esta plagada de sorpresas, si, esos sucesos inesperados que van llegando de repente, es cierto que un@ puede  ir “programando” la vida en el presente, para que el futuro no le caiga encima como  un balde de  agua helada, aunque hay ocasiones en las que por más que se prevea, las cosas llegan así: ¡pum!, y no le queda a uno más que cerrar los ojos y aguantarse el frío, secarse después y con todo y ese frío que cala los huesos, y el alma, continuar; hacia donde los presentes por más repentinos que sean, lo lleven a uno.
 Hace unos años identificaba esta sensación con un barquito de papel que va flotando en esos arroyos que se forman junto a las banquetas después de que llueve, ahora la he transformado,  creo que a pesar de la sensación de quedarse pasmado, y el no saber  ni cómo, ni hacia dónde, un@ no debe permanecer a merced del entorno, aún con el corazón en quien sabe dónde y la tristeza merodeando, se deben tomar decisiones que transformen para mejorar, dijo una amiga: ¡ni modo, así es la vida y ay que chingarse!...no sé si me agrada mucho la idea de cambiar la imagen poética del barquito de papel por esa de : ni modo, un@ se chinga, pero algo hay de valioso en ella: la vida humana es tan corta que no debemos estancarnos en las cotidianidades, por dolorosas, tristes o injustas que nos parezcan, no se vale que el miedo de sentir que no podemos nos paralice, ¡ay que chingarle! Significa: afrontar, actuar. 
Poner en práctica este refrán Zen:  Ser como el agua , moldearnos al entorno que nos va mostrando que las cosas cambian, y que en este pasar por consecuencia se transforman, si estamos abiertos a lo que se presente sin aferrarnos ante lo inevitable, sin forzar, asumiendo errores, pero sin culparse eternamente, se pueden encontrar otros anteojos para ver; decía otra amiga el otro día que en un curso donde se hablaba acerca de “violencia de Estado”, la conferencista les mencionaba que habría que aprender a ver distinto, a ponerse unas gafas nuevas para darse cuenta de lo que sucede alrededor, y así poder exigir derechos y evitar injusticias, lo interesante es que no cualquier anteojo nos permitirá este avistamiento,  hablaba que ella todos los días se colocaba sus “anteojos para la guerra”…cuando mi amiga me lo platico no supe si lo que yo había entendido era correcto, incluso me incomodo que alguien en búsqueda de paz, hablara de observar para la guerra…sin embargo, una idea me quedo clara, el entorno es hostil, para ello debe un@ estar preparad@, no significa hacer la guerra como los otros, ni se trata sólo de defenderse, tener anteojos ante la guerra, implica después de ver, también nombrar, y luego no sólo desde la racionalidad, actuar.
Recuerdo a Carlos Aranda, curador mexicano, quien en una entrevista me decía que en la vida de lo que se trata es de dejarse caer, de un edificio muy alto, y estar segur@s que abajo habrá un colchón o alguien para evitar que nos estampemos, que lo difícil es confiar en que en efecto algo habrá abajo que sostenga; medito en ello en estos días en que el desprendimiento debe ponerse en práctica y en el que tantas cosas y personas, incluyéndome a mí misma, me resultan incomprensibles. Retomo las palabras de Sartre en el texto de La Nausea: Quisiera recobrarme: una sensación viva y decidida me libertaría…y asumo que la vida es experiencia -  buena, mala, fría, caliente, roja, azul - los adjetivos se los ponemos dependiendo de que anteojos llevemos puestos, yo quiero unos que no se empañen tanto, y que aguanten cualquier clima, necesito anteojos para aprender a verme a mí  misma, a ver a los otr@s en sus justas dimensiones, y así nombrarlos, para no sorprenderme tanto ante sus acciones, encontrar mis propios anteojos ante la guerra, dejarme estar y ¿porqué no?, lanzarme  y descubrir que hay en el fondo.

sábado, 4 de febrero de 2012

LAS DESOBEDIENTES…pequeña historia de un sueño de locura.


LAS DESOBEDIENTES…pequeña historia de un sueño de locura.


Por: Esperanza Román Valadez.
Texto publicado en el suplemento cultural
"LETRAS DE CAMBIO"
Domingo 11 de Septiembre de 2011. 


OBEDECER: Hacer lo que otro manda. Ejecutar lo que ordenan las leyes. Ceder con docilidad a la dirección que el hombre  da. Estar sometido a una fuerza, a un impulso.
OBEDIENTE: Que obedece.
Diccionario Larousse
…Porque l@s loc@s son los que pueden cambiar el mundo…


                Un día de hace cuatro meses fui diagnosticada por un psicólogo y un psiquiatra con una depresión severa, producto de un montón de cosas acumuladas durante mis 32 años, como  consecuencia se me dicto estaría en tratamiento  - con ambos – durante aproximadamente un año, además de que se me recomendó acudir de ser posible  a un psicoanalista, así lo hice y entre los tres, claro, y  ayudados por pastillas que ayudarían a mi “bienestar” y gotas para conciliar el sueño, evitarían otro intento de…de eso que uno quiere hacer cuando la depresión se apodera de las ganas. Así pues, entre pastillas y doctores, yo comencé una etapa nueva: mi locura ya no era imaginaria, estaba en una clínica y debía seguir al pie  de la letra las indicaciones para mejorar.
                Andando así, comencé a vivir distinto, a comprender cosas, a indagar sobre otras, pero sentía también la necesidad urgente de redescubrirme, de inventarme otra, sino había muerto físicamente si lo había hecho de mi vida pasada…quería no depender ni de pastillas, ni de médicos, quería poder beber una copa de vino si se me antojaba, quería fumar si así lo decidía, sentí no era libre de hacer lo que se me viniera en gana, debía sin embargo obedecer para asegurarme unos días mejores, lejos de pensamientos dañinos. Continuar con la vida “normal” no es posible para quien no sabe quién es o qué quiere de vivir.
                Todo este rollo para llegar a lo siguiente: una de esas mañanas en las que llevaba horas sin levantarme y sin hacer prácticamente nada más allá de dar vueltas en la cama, opté por inventarme cosas por hacer, comencé por leer, luego por escribir, y así pasaron días enteros, comer no era prioridad y salir de mi casa tampoco, tenía miedo de los encuentros, de mí ante los demás, de mi en la calle, no deseaba nada, hacer casi cualquier cosa requería de  un esfuerzo sobrehumano…pero de algo se debe vivir, si es que se ha optado por esto, y trabajar no era una opción, así que ir a clases era algo obligado, me daba un ingreso y mantenía mi cabeza en sitios distintos, aunque fuera por instantes. Dicen que las casualidades no existen, y que de las cosas desagradables debemos aprender, que aquello que no te mata te hace más fuerte, en fin, que todo eso no son más que palabras para el corazón cuando se siente vacio y para una cabeza que anda rondando más allá de la coherencia, y así justo cuando más vulnerable me sentía, y debo admitir, estaba, comencé a ser asediada por alumn@s que me pedían ayuda, pero no ayuda en cuanto a una materia, no, me pedían ayuda para solucionar sus broncas: una chava estaba embarazada, a otra la golpeaban en su casa, otra estaba a punto de fugarse porque no dejaban que estudiara lo que quería, otra más vivía una relación de noviazgo violenta, y otras historias por el   estilo…sin ánimo para mí me sentía desgastada de tener que dar ánimo a otr@s...sin embargo, creí que era justo eso a lo que  de alguna manera me invitaba el azar…a dar un poquito de ayuda a otras que estaban en una situación, en ocasiones más difícil que la mía, y así surgió la idea de convocar a algunas de ellas para platicarles de una idea loca (no podía tener otras), jugar a representar a mujeres que antes que nosotras habían pasado por cosas parecidas a las nuestras, esto de identificarse con historias de otr@s tenía que comenzar por quienes creíamos que recuperando el pasado puede hacerse algo con el presente y para el futuro. Elegí  mujeres de épocas distintas, y que se dedicaron a cosas varias, tales como: literatura, danza, música, pintura, hacer que las chavas se permearan de sus historias, que lograrán engancharse con algo de su obra y pensamiento, todas tenían algo en común, haber roto barreras sociales, establecer sus propia forma de vivir aún en contra corriente, la idea surgió en una sesión de terapia, recuerdo que la doctora me dijo: Esperanza, ¿y para qué hacerlo?, a lo cual yo respondí, quiero reírme, quiero jugar y divertirme porque no tengo ganas de nada y porque no encuentro  cómo hacer que otras encuentren las suyas.
                Y entre juego y juego, las mujeres junto a mí, esas que coincidieron sus tristezas con las mías, nos montamos en una aventura que dio como primer fruto un performance en la azotea de una cantina - el juguete -,   terminamos con una sensación extraña, todas habían sentido una conexión con las mujeres que representaron, Tina Modotti, Frida Kahlo, Rosario Castellanos, Nahui Ollín, Violeta Parra, Isabela Dúncan…no sé si fue el ritual de invocación o el verlas desfilar ante nuestros ojos, pero después de ese día, nos sentimos contagiadas de sus ideas, queríamos que más personas las vieran y las admirarán…y así fue como decidimos comenzar con una locura llamada: “Las Desobedientes”, nombre que surgió de un libro con ese nombre,  cuyo subtítulo es: mujeres de nuestra América…fue también azar porque queríamos seguir haciendo, no sabíamos bien qué, ni cómo, pero una cosa teníamos clara: queríamos romper esquemas, nombrar distinto, hablar desde lo que somos: mujeres.
                Mis alumnas no tenían idea de qué comenzaba, yo tampoco lo tenía claro, pero el paso  de los días y el producto de lo hecho nos han dejado ver que se puede estar en sitios distintos, que es verdad que creando se contagia una de otras ideas, que generando en otr@s pensamientos buenos, produce un@ lo mismo en su cabeza…Hoy las desobedientes andan un camino que está por ser trazado, andamos en un viaje organizado por loc@s y hecho para loc@s, nos hemos disfrazado, hemos bailado, hemos pintado, hemos cantado, hemos viajado…y hoy, se reconoce un poquito eso que hicimos, juntas y pensando en las otras, esas que deben ver también que aún con el corazón apretujado se puede ir tejiendo una historia que puede ser maravillosa: GRACIAS A TODAS por acompañarnos, por  atreverse a soñar aún en los días sin sol y con lluvia. Esta historia apenas comienza…